El cuerpo y la enfermedad van unidos, o más bien, uno dentro del otro. Continente y contenido. Para representar la enfermedad es casi imposible no representar el cuerpo, que es el que la alberga y padece.
Pasar por una enfermedad grave te hace reflexionar y cambiar la concepción que solías tener de tu cuerpo. Aprendes que es mucho más resistente de lo que creías, que tu mente lo controla más de lo que pensabas y, lo más importante, te sientes más unido o unida a él, comprendes que es una de tus únicas y grandes certezas. Llegas a sentir partes que no sabías que podías sentir, en definitiva, termina siendo un proceso mediante el cual te conoces muy profundamente, en un aspecto totalmente nuevo.
HODGKAD
BESTIARIO
ALO Y OMEO